Siempre supe que algo así pasaría, pero rezaba estar equivocado, aun a estas alturas siento celos chiquitos por saber que nunca pude darte lo que mercerías y hacerte saber que no debías aceptar menos, aun conservo nuestra primera pequeña platica.
Me gusta el amor cuando suena verdadero, la fé cuando parece inquebrantable, y el perdón cuando se da de corazón.
1 comentario:
He tardado en percatarme de que me habías escrito. Desde entonces voy cada semana al correo para ver si me llevo la sorpresa de tener una contestación tuya y saber que ha pasado en todos estos años. Me has llenado de nostalgia y necesito cubrirla con la alegría de volver a comentarnos.
Espero tu respuesta, husmeador.
Besos y versos
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