lunes, 22 de julio de 2013

La piel tiene memoria, pero no nos acordamos.

...Cuando te canses de amores baratos, de amores de un rato...

Suena sabina mientras por enésima vez... el unicornio azul se me perdió, el silencio hace que las personas maquinen, no hay nada mejor que dejar en claro que quieres de quién, platicar es bueno y enriquece y anima e ilusiona, pero cuando de la nada, no queda más de que hablar... y un beso es más que imposible... no queda nada más que despedirte, e ir resignando al amor por coincidencias tan hermosas, que terminan por parecerse....

Déjenme desempolvar esto, veamos.-












Muchas veces y en diferentes momentos, me descubrí ahí solo escuchando mi respiración,
me di cuenta que cada segundo dejamos de respirar. Llegará el momento en que uno de nuestros latidos sea el último y nos encontremos de nuevo ahí... solos, sin escuchar nada.

Siempre fui creyente de que la soledad es para compartirla, después aprendí que en la soledad no cabe nadie, ni uno mismo.

No supe camaradas, en que momento dejé de ser yo, y me convertí en éter, viajé por las ciudades más bellas, por los rincones más oscuros, y mi lugar favorito sigue siendo tu espalda.

Saben, divagué tanto por MESES! que en verdad dejé atrás lo esencial de mi... me olvidé aquí sentado y no me llevé a ninguna parte, estaba varado.

Aún hoy sigo caminando arrastrando la memoria, desempolvando aprendizajes y comenzando, a cada paso, una nueva historia... y aunque muchos piensen que no hay manera ni regreso... una puerta cerrada, sigue siendo puerta.